En nuestra sociedad existen cada vez más elementos que utilizan texturas falsas. Superficies plastificadas que imitan madera o mármol, papeles pintados que imitan estucados de pared, etc. Plasmar la textura en una fotografía significa otorgarle más realismo y la ilusión óptica de tridimensionalidad.
Para resaltar la textura de una determinada superficie, el elemento más importante es la iluminación. La calidad del objetivo, la exposición correcta y evitar vibraciones en la cámara en el momento de la captura, también son vitales.

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