Lo que nos diferencia de un anfibio es la capacidad para razonar, para pensar.
El ser humano, no se está dando cuenta de que está destruyendo al planeta, y, como ésto viene de años atrás y sucede muy lentamente, no trata de solucionarlo. A nosotros puede que no nos afecte, pero quizás a nuestros nietos si, o a sus hijos también. Si empezase a caer lluvia ácida cada vez que lloviese, y eso tuviese solución, nos pondríamos manos a la obra, podemos tenerlo claro. Hay una cosa clara, y es que el hombre empezará feliz, como esa rana, pero terminará chamuscado, desapareciendo. Debemos de hacer lo posible para que no ocurra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario